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sábado, 21 de diciembre de 2013

POWER TO THE PEOPLE



Ahir divendres 20 de desembre van tenir lloc la “Jornada de portes obertes de la Rotllana”, mostra de la seva tasca d’acció social i comunitària, a partir dels infants, adolescents i joves. Un compromís què com el d’altres entitats de Badalona, vol aportar el seu esforç per fer  la ciutat més comunitària i solidaria per tothom.  La jornada va ser un èxit de participació i va deixar evident com deia John Lennon el “Power to the people”.


Les jornades obertes van ser un petit tast del que l’entitat es dedica des de fa més de 25 anys. Inclusió social, capacitació i suport als joves, creació de teixit comunitari, i internacionalisme. Tasques articulades mitjançant els seus diferents àmbits.  Una oportunitat per gaudir de realitats contundents com  la contribució dels joves per millorar la seva ciutat, viure la diversitat com una oportunitat, i potenciar la intergeneracionalitat com l’encaix entre les diferents generacions.

Estic molt content i en sento agraït per forma part d’un gran col·lectiu de persones que formen aquesta entitat, ja que amb ells i elles aprenc a viure en el pla individual i social. A tothom, moltes gràcies per deixar-me ser-hi amb vosaltres, especialment als meus companys de junta, a l’equip de treball en el que participo, i als voluntaris amb els comparteixo tantes coses.

No vull deixar passar l’ocasió d’aquestes portes obertes per poder realitzar un parell de consideracions més. En primer lloc agrair que persones i entitats badalonines, tant diverses com les  que va ser-hi ahir, hagin estat amb nosaltres en aquest dia, ja que amb ells també compartim  el interès de fer Badalona des de els barris. A les persones , entitats, i institucions de fora de la ciutat els hi  vull agrair el seu suport per fer Catalunya també des de els barris. Gràcies pel seu reconeixement.   En segon terme, i no menys importat, en aquests mateixos amics i també en tots aquells  que per una raó o un altre no van poder venir, però amb els què també compartint molt, els hi vull agrair quelcom encara més especial que és el creure en la nostra idiosincràsia, en el nostre empeny , i el donar-nos suport sense demanar-nos res a canvi. A tots ells i elles dir-vos que també sou Rotllana.

viernes, 6 de diciembre de 2013

La nueva razón del mundo, después del final de las incertidumbres. (lectura del ensayo de C.Laval y P. Dardot)



Estamos en el final de las incertidumbres, pero paradójicamente en una encrucijada de caminos, llenos de problemas y de sin sabores. Para poder situarnos más hemos de identificar el contexto en el que nos ubicamos y hay una palabra que lo define que es el Neoliberamismo, una nueva razón del mundo de doble capa, revestida a nivel geográfico y con una transcendencia en todos los planos de la vida de las personas.



Vivimos en la época del neoliberalismo un concepto que engloba una ideología, que tiene al mercado como realidad natural, al que se le pretende atribuir la autorregulación para que consiga equilibrio, estabilidad y crecimiento, y donde se evite la intervención del estado por miedo a que perturbe su fin.
Paradójicamente el neoliberalismo es también una forma de política económica que se ha instrumentalizado como praxis de los estados. Esto ha producido un progresivo desmantelamiento de las ayudas sociales, el incremento de los impuestos, y la creación de nuevas formas de redistribución de la riqueza. También ha estimulado la actividad sin fronteras del capital mediante la desregulación de los sistemas de salud, enseñanza, el mercado de trabajo, y el medio ambiente.


Pero cómo es posible que, a pesar de las consecuencias más catastróficas a las que han llevado las políticas neoliberales, están sean cada más activas hasta el punto de hundir a los estados y las sociedades en crisis políticas y regresiones sociales cada vez mayores?

Pues atacando la base, ya que el liberalismo no es solo destructor de instituciones y derechos, es productor de cierto tipo de relaciones, de maneras de vivir, de determinadas subjetividades, en  donde está en juego la matriz de nuestra existencia, la manera en cómo llegamos a constituirnos y comportarnos, como establecemos las relaciones con los demás, y que equilibrios mantenemos con nosotros mismos.  Esta es la forma de vida occidental, y de todas aquellas sociedades que eligen como paradigma la modernidad.

Esto implica a vivir en un contexto continuo y sin límites de competición generalizada, desde el trabajador, al estudiante, pasando por las comunidades que compiten incluso por la pobreza, hasta llegar a las poblaciones que están en una lucha económica entre si, sujetas a relaciones sociales de mercado.  Este panorama empuja a justificar desigualdades cada vez mayores, transformando a las personas en pequeñas “empresas” que han de ser gestionadas.
Esta concepción está presente en las políticas públicas, normativiza las relaciones económicas mundiales, y marca las relaciones intersubjetivas de las personas, produciendo que el capitalismo financiero se desboque hasta lo absurdo, que el individualismo socave hasta la marginación lo colectivo, y que aparezcan nuevas formas subjetivas de malestar y de exclusión social. La visualización más clara entre los pocos ricos y los muchos pobres…

Continuaremos…

miércoles, 23 de octubre de 2013

Ὀλυμπιακοὶ Ἀγώνες


El deporte es una producción humana derivada de la cultura, y como tal representa una conquista en el camino de la evolución hacia la necesidad de subliminar la capacidad destructiva de las personas. A su vez es un reflejo de cada momento sociohistorico para cualquier comunidad humana. Actualmente prevalece una visión del deporte al servicio de un sistema económico que lo instrumentaliza para diferentes fines como, la construcción de identidades excluyentes,  o simplemente ser un consumible más, con toda la parafernalia del mechandaising y los innumerables gadgets.  El deporte como instrumento para conseguir metas utilitaristas, y como finalidad comercial, es la visión predominante en las sociedades occidentales, pero no por ello nos hemos de resignar a que sea el único paradigma posible.


El deporte tiene de forma inherente muchas bondades entre las que se pueden destacar entre otras  la armonización entre cuerpo y mente, ser una herramienta de socialización, facilitar el acercamiento entre diferentes pueblos, además de las ricas  posibilidades que ofrece como instrumento para el crecimiento personal y colectivo. Estas atribuciones pueden hacer del deporte algo positivamente excepcional.




A pesar de las posibles cualidades también es cierto que solo hace falta hacer un periplo por distintas disciplinas deportivas,  para comprobar rápidamente que la realidad en ocasiones es otra. Los patrones estéticos de la sociedad de la imagen disocian cuerpo y mente. Cuántas veces hemos visto el ejemplo continuo de los que quieren perder peso y se aventuran en una jornada maratoniana bajo un sol de justicia, sin agua, y sin conocimiento alguno sobre lo que se exigen, pensando que están haciendo deporte. Todos conocemos a alguien que se dedica a machacarse solitariamente entre las máquinas de un gimnasio de forma autómata sacrificándose solo por una imagen estereotipada, argumentando que hace deporte. Periódicamente las televisiones nos ofrecen retransmisiones de partidos de fútbol que muestran violencia extrema entre aficiones,  y en ocasiones entre los propios jugadores. Jornada tras jornada, en muchas categorías inferiores, estas escenas se repiten como si repitiesen un mantra. En ocasiones hasta se emulan.  Tampoco podemos olvidar la versión del deporte que se obstina en la separación obligatoria de roles entre mujeres y hombres, modo intencional de construir discurso social. Ellos triunfan, ellas como palmitos les entregan los trofeos. Las competiciones masculinas invaden las cuotas de pantalla, las femeninas son excepcionales, las mixtas se obvian.  El crecimiento personal y colectivo queda relegado a  los estereotipos de triunfo social mediante el deporte, especialmente para los niños y niñas que quieren emular a las figuras mediáticas. Imitar es tratar de ser igual que otro  que se nos muestra como ideal. Es muy reduccionista si  todos los deportistas quieren ser los mejores jugadores, ricos y guapos. Peligroso que los comportamientos neuróticos de sus figuras de referencia, como los entrenadores, se deslicen sin control hasta  la agresión verbal o física, por poner algunos ejemplos. El deporte se ha transformado en una de las nuevas formas de religión con dogmas de fe.




  En general la sociedad del deporte promueve jugadores, que juegan en el sentido más estricto del azar. Han de conseguir éxitos y no logros, pero actúan sin comprender que dependen de su propio esfuerzo en el encuentro consigo mismas, en muchas modalidades deportivas mediante el trabajo en grupo. El rival es solo un instrumento de que el verdadero rival está en el interior. El rival deportivo es principalmente la oportunidad para superarse, pero sobre todo crecer. Los árbitros, la influencia negativa del propio grupo, la presión exterior, las exceptivas sociales sobre el triunfo, son los principales argumentos para convertir todo el deporte en un juego de azar y de exigencias. Toda motivación queda en un locus externo. La victoria se convierte en lo único importante, los procesos son obviados. Predomina la individualidad del éxito personal por muy de equipo que llegue a ser el deporte.

Afortunadamente no todos los proyectos deportivos están en esta línea, los hay que buscan verdaderos deportistas, personas que aprendan a tener cuidado de sí mismas y sus compañeras de equipo, que aprendan a crecer con los pequeños fracasos, y que estos les sirvan de acicate para su desarrollo personal. Es una visión del deporte incluyente.

Mucho tiempo nos  ha costado aprender a subliminar las pulsiones agresivas que emergen de cada sujeto, y que el deporte mutase el campo de batalla i el circo romano por nuevos gladiadores que en vez de levantar una espada, o luchar a muerte cuerpo a cuerpo, cambiasen su armas por raquetas de tenis, bates de béisbol, o simbolizasen mediante la técnica del dribling  como superar al rival. Es necesario dar un paso más, promover  una visión del deporte que acabe con la pasividad del espectador consumidor, y que la práctica deportiva no esté al servicio de un sistema de consumo alienante. Hemos de potenciar otro paradigma donde el deporte sea un instrumento y el/la deportista la finalidad. Eso equivale a que el deportista, independientemente de su edad y condición, aprenda a reconocerse a sí mismo mediante la actividad deportiva, conocer su cuerpo, y socializarse con los demás practicando un deporte en equipo o de forma individual. Donde los adolescentes y jóvenes puedan ejercitarse para aprender a superar diferentes situaciones que actúan como metáforas de la vida, aprendiendo a tolerar el fracaso de nuestros continuos deseos. Convirtiendo la frustración en una nueva ocasión para madurar. Un discurso del deporte fundamentado en que cualquier persona pueda disfrutar en los diferentes momentos de su vida practicando  deporte como habito de vida; educativo, saludable y social.

domingo, 22 de septiembre de 2013

I SI DONESSÍM UNA OPORTUNITAT A L'EDUCACIÓ NO FORMAL?



El problema que consisteix en no deixar a un sol geni cuidant de les ovelles, avui es troba resolt, però encara queda casi intacte l’altre, el que consisteix en despertar a tot esperit el més possible, per mitjà dels coneixements més preciosos i elevats… Émile Chartier, Alain








Més enllà del binomi de si l’educació és un instrument per perpetuar el sistema capitalista, o si és l’ascensor que possibilita més igualtat social al màxim nombre de membres de la societat. L’educació no formal és un paradigma propi que planteja a cada persona com un fi en si mateix, i la societat com un compromís comú en constant transformació.

El terme d’educació no formal potser se’ns fa desconegut, i per tant ens cal unes petites pistes per identificar de que estem parlant. Evidentment es tracta d’educar, però no mitjançant classes magistrals en una relació vertical mestre-alumne, al contrari, és un procés vivencial a on a tothom se l’hi suposa un saber i una voluntat d’aprendre, i a on el cadascú prenc la responsabilitat del seu destí de creixement. El no entendre això provoca l’actual fracàs de les polítiques educatives i socials, doncs cada persona (subjecte) necessita una resposta pròpia, les solucions universals estan destinades a produir molts fracassos, per això no és pot delimitar el món de l’educació només al àmbit acadèmic
L’educació no formal no es dirigeix a validar uns resultats numèrics per classificar als alumnes, doncs cada persona és una realitat diferent, que prové de recorreguts intransferibles. El més important són els processos d’aprenentatge i no el resultat final. A l’educació no formal no es tendeix a massificar i a estandaritzar els aprenentatges, els camins dels coneixement són inescrutables, i cadascú escull el seu propi ritme, el moment, i el seu itinerari a seguir.


L’educació no formal no cerca el reconeixement extern com a validació i triomf, el veritable guany es troba en la satisfacció personal, per tant la clau dels aprenentatges es basen en la pròpia responsabilitat del subjecte i en les seves motivacions per conèixer i aprendre.

L’educació no formal ens va instal·lar en la cultura occidental en forma de universitats populars, centres d’esplais, ateneus,  casals, agrupaments, escoles de lleure, associacions, etc. El seu èxit paradoxalment va provocar que el propi sistema formal s’interessés per aquest fenomen i tractes de captar l’essència i la capacitat d’aquest paradigma. Arran d’això van sortir professions i llicenciatures com l’animació sociocultural, el treball social, o l’educació social. Un intent per capturar des de el sistema formal l’essència, dinàmica, i metodologia de l’educació no formal. 

El món acadèmic ha fet molts intents d’apropiar-se d’aquests ingredients, però els guanys sempre han estat sempre parcials i puntuals, doncs és impossible engarjolar un paradigma adaptat a cada persona i realitat en una estructura de masses. Els efectes produeixen recórrer, una vegada més, des de el món acadèmic a l’educació no formal com, activitats de vacances, grups d’iguals, tallers, casals, centres oberts, socioformatius, arts al carrer, etc.etc per contrarestar els efectes d’un sistema escolar, que es a dins d’un altre sistema social més gran, a on no n’hi ha hagut manera d’aconseguir el nivell de benestar i igualtat desitjat.




Alfred Einstein en una carta a S Freud l’hi va fer la seguent pregunta, davant dels horribles fets del nazisme i la guerra mundial, “que es pot fer per que n`hi hagi pau”?
La resposta de S Freud va contestar que, si algú pot fer quelcom, és l’educació, doncs la maldat humana mai es podrà desarrelar.



I si algun dia donéssim una oportunitat a l’educació no formal?